Proyecto: Restaurante Verdial
Cliente: MOE Gestión
Localización: La Motilla, Dos Hermanas, Sevilla, España
Superficie útil: 260,00m² interior + 105m² terraza
Uso: Restaurante
Fecha inicio de obra: Marzo 2024
Fecha final de obra: Julio 2024

Diseño: Pablo Baruc
Colaboradores: María José Ferreira y Carlota López
Fotografía:  Fernando Alda

Mobiliario: Casual, Vondom
Iluminación: Lámparas Roig, Aromas del Campo, Faro BCN
Acabados: Cerámica Vives, Mortex, Coordonné

Propuesta creada desde el concepto, hasta el último detalle.

Restaurante creado desde el homenaje al olivo, a la aceituna y al aceite como iconos y referentes gastronómicos

Local de proporciones alargadas, donde desde el principio se busca crear distintos amientes relacionados que permitan compaginar distintas formar de disfrutar la gastronomía mediterránea.

 

Con una gran terraza de más de 100 metro se crea el primer espacio de bienvenida bajo un mar de lámparas de rafia negra, que recrean cestos y aperos propios del trabajo de campo. Con un toldo que permite abrir al completo o cerrar y climatizar para mayor aprovechamiento durante el año.  Un alicatado verdoso combinado con mortero de cal, que enmarcan los grandes ventanales de  vidrio que dejan entrever  un interior vibrante de color y tonos cálidos. El suelo es uno de los grandes protagonistas de la propuesta pues con un gran formato de 120×120 que combinan mármoles y mircro-terrazo se marcar los recorridos naturales y las zonas de estar manteniendo una armonía. Tonos grises y áridos que recuerdan la importancia de la piedra en los molinos de aceite. Justo en la entrada una vitrina  mostrador de madera permite dar la bienvenida y acompañar al cliente entras las distintas estancias. Un primera sala con mesas y taburetes de media altura que invitan a comer de manar más dinámica e  informal cobijado bajo un lámparas de tela y rafia a distintas alturas y tamaños.  Un banco diseñado en exclusiva para este espacio permite la combinación sencilla y rápida de grupos. La barra con su gran copero de tres niveles como eje central del local, separa una segunda zona de bancos tapizados y mesas que recrean una esquina acogedora y confortable. Justo en ese frente de madera se oculta el acceso de baños, de tonos oscuros e íntimos.

 

Finalmente en el espacio más amplio del interior del local se sitúa el gran olivo que tocando el techo, permite ser un referente visual desde cualquier punto del local. Este espacio se divide en dos altura, consiguiendo que el frente más interior acomodado por amplios bancos curvos de microcemento,  disfrute igualmente de la visual hacia la terraza.  Este gran espacio alargado se ve potenciado por las dos grandes hornacinas de techo  que retroiluminadas  amplían la sensación espacial. Detalles de espejos envejecidos, madera natural con moldura, granito negro y todo el mobiliario tapizado acompañan el concepto del restaurante como lugar cálido y de confort.

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