Proyecto: Estantes C7

Cliente: Privado

Diseño: Pablo Baruc 

Colaborador: María José Ferreira Fito, Carlota López González

Fotografía : Fernando Alda 

Carpintería: Madera y Vidrio + Calvente

Proyecto de interiorismo: diseño de mobiliario integrado para el salón de una vivienda

El diseño de mobiliario para el salón de la vivienda de este proyecto fue un reto emocionante, ya que no sólo buscábamos aspectos estéticos, sino también funcionales. En este caso, requeríamos un conjunto de muebles que incluyera un separador de ambiente y el frente de la zona de estar, todo ello respetando los acabados existentes del hogar: un elegante suelo de roble natural y paredes y techos blancos con molduras clásicas.

Desafío de la propuesta

El objetivo principal del proyecto era crear un filtro visual entre diferentes áreas del salón, aprovechando al máximo los espacios sin interrumpir la sensación de amplitud ni sobrecargar visualmente el entorno. Además, el mobiliario debía integrar estanterías para almacenamiento y cajones inferiores para poder guardar aparatos electrónicos de audio y televisión, por ejemplo.

Con estos requerimientos, la propuesta se centró en la creación de un mueble multifuncional que no solo actuara como separador de ambiente, sino que también sirviera para organizar y ocultar los dispositivos electrónicos de manera discreta y elegante.

Materiales y acabados: la fusión de elementos contrastantes

El diseño propuesto se basa en la combinación de materiales que generan un interesante contraste visual y táctil. Se utilizaron estructuras metálicas verticales con tubos de efecto latón cepillado, un material que aporta sofisticación y un toque de calidez dorada. Estas estructuras metálicas forman el esqueleto principal del mueble, proporcionando solidez y un punto de anclaje visual.

Sobre estas estructuras, se integraron finas baldas fabricadas en chapón de acero negro plegado. Este material, además de ser resistente, se seleccionó por su capacidad para añadir ligereza visual al conjunto y al mismo tiempo ocultar discretamente las líneas de iluminación incorporadas. Estas baldas no solo cumplen una función decorativa, sino también práctica, pues permiten organizar objetos y elementos decorativos, creando un espacio funcional que responde a las necesidades planteadas.

La clave del éxito en esta combinación de materiales reside en los encuentros entre la madera y el metal. Las baldas y la estructura metálica están unidas mediante hendiduras precisas, evitando el uso de soldaduras o tornillería visible. De este modo, se asegura un acabado limpio, sin irregularidades, lo que transmite una sensación de delicadeza y ligereza, pese a la robustez de los materiales empleados.

Un frente de estar funcional y estético

En la parte inferior del conjunto, diseñamos cubos de almacenamiento fabricados en tablero de madera natural, complementados con palillería pintada en blanco, un detalle que se integra a la perfección con los tonos claros de las paredes y techos de la vivienda. Estos cubos no solo ofrecen un espacio cerrado para guardar dispositivos electrónicos, sino que también ayudan a mantener el orden visual en el salón, ocultando los cables y otros elementos que pueden romper la armonía estética.

La ausencia de herrajes visibles fue una de nuestras premisas más importantes. Por ello, todos los mecanismos de apertura de los cajones y puertas se ejecutaron con sistemas ocultos, lo que refuerza la imagen limpia y minimalista del conjunto.

Equilibrio entre masividad y ligereza

Uno de los aspectos más interesantes de este proyecto es el contraste entre los materiales que, aunque opuestos en apariencia, logran una perfecta armonía en su conjunto. La madera, con su textura natural y su sensación de pesadez, aporta calidez y estabilidad al diseño. Por otro lado, el metal, con su acabado cepillado y su apariencia liviana, contrasta de manera efectiva, añadiendo un toque actual y sofisticado al espacio.

Este equilibrio entre la masividad de la madera y la ligereza de las estructuras metálicas se refleja tanto en el separador de ambiente como en el frente del televisor, creando un espacio unificado y en armonía. El uso de la chapa metálica plegada permite no solo ofrecer una solución visualmente atractiva, sino también funcional, ya que permite ocultar las líneas de iluminación y ofrecer una superficie resistente para el almacenamiento.

Adaptación a las necesidades y deseos del cliente

Un aspecto clave en el diseño de este proyecto fue la personalización del mobiliario según las necesidades específicas y las características del espacio. El estante frontal, ubicado frente a la zona del sofá, se diseñó de manera modular, adaptándose a las medidas exactas de los aparatos electrónicos y las tomas eléctricas disponibles. Esta solución personalizada garantiza un uso eficiente del espacio, evitando elementos innecesarios y optimizando la funcionalidad del mobiliario.

El resultado es un salón que no solo cumple con las expectativas funcionales, sino que también ofrece una experiencia estética única. El mobiliario se convierte en un elemento clave de la vivienda, integrándose a la perfección con los acabados existentes y aportando un toque moderno sin renunciar a la elegancia clásica de los techos con molduras.

Este proyecto de interiorismo es un ejemplo de cómo el diseño de mobiliario puede trascender lo puramente estético para convertirse en una solución integral que responde a las necesidades prácticas del día a día. La combinación de materiales contrastantes y la atención al detalle en los acabados han permitido crear un espacio equilibrado, funcional y visualmente atractivo. El salón, lejos de ser un simple lugar de tránsito, se ha transformado en el corazón de la vivienda, un espacio donde el diseño y la funcionalidad se encuentran en perfecta armonía.