Situación: Sevilla, España.
Diseño: Raúl Tinoco Camacho + Hilario García González + Pablo Baruc
Cliente: Abrines
Año de ejecución: 2023
Fotografía: Fernando Alda

Nuevo proyecto de adecuación de local comercial para Joyería Abrines en Sevilla

Envolvente y atemporal, así es el nuevo local comercial de Joyería Abrines en Sevilla

Proyecto de adecuación de local comercial para la Joyería Abrines, en calle Tetuán, siendo esta una de las calles más céntricas y transitadas de Sevilla. El local en el que se interviene se une funcionalmente al local actual de Abrines perteneciente al edificio emblemático de corte regionalista de Juan Talavera Heredia en esquina con calle Rioja. Amos edificios protegidos patrimonialmente, tanto en fachada como en primera crujía, lo que condicionaba la composición de huecos, rotulación y acabados exteriores.

El concepto gira en torno a la atemporalidad del conjunto, como contenedor multimarca de elementos de pequeño tamaño que deben destacar manteniendo una uniformidad que permita envolver al usuario; cuidando el espacio expositivo desde las vistas exteriores hasta el interior. Frentes en tablero de acacia natural fresada para conseguir un relieve y textura, que se ven horadados por grandes enmarcaciones de frente en negro marquina, con cantos metálicos que integran luces cálidas indirectas.

El local de forma trapezoide en planta, dispone en uno de sus lados más largos el frente de fachada que debe ser visibles a ambas caras,  insinuando el producto expuesto en su interior entre las hornacinas rectangulares de porcelánico, acero lacado en cobre y vidrio. El resto de límites del local recrean frentes repetitivos que irán adaptándose a las necesidades del producto a exponer manteniendo siempre los pórticos curvos. En uno de los lados más cortos se produce la conexión con el anterior local, a través de un adintalamiento rematados en espejo, y con unos escalones acabados en moqueta. Las formas rectas propias del local, contrastan con las curvas que acentúan los diferentes puntos expositivos, acentuados con las curvas del falso techo que ocultan climatización e iluminación, todo en torno a el elemento central protagonista de atención al cliente.

El elemento central cumple su función de mostrador de bienvenida, frente al acceso principal y atención al cliente, completamente visible y  uncional por todos sus lados, por su forma cilíndrica. Se resuelve con los mismos tres materiales de las paredes y suelos, con madera natural , negro marquina y detalles con la estructura de latón para la lámpara-estantería . El suelo enmarca el mostrador central con negro Marquina,  iferenciando los puestos de exposición y atención al cliente sobre moqueta.

La iluminación combina luces indirectas ocultas con iluminación técnicas, sobre carriles electrificados y empotrados en techos y paredes. Una vez más el elementos central supone el referente con una iluminación integrada entre los los cilindros que coronan el mostrador. En la fachada se  propone potenciar los productos acompañando el led integrado en el interior de vitrinas con unos focos de reducido tamaño en la parte superior. Cada hueco de fachada se enmarca con estructura metálica negra que incorpora en su parte superior el rótulo, combinando el negro marquina con las letras y logos de Abrines en alabastro que permitie su retoiluminación matizada por la propia textura del material.

El concepto de interior se completa con una composición variada de insectos realizados por un escultor local en cerámica esmaltados que se usan para la propia exposición de productos y ambientación en las distintas escenas del local.

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